Sábado 26 de abril del 86 nos situamos en lo que todavía hoy es Ucrania, antigua Unión Soviética. 
Hoy hablamos de Chernóbil. Durante una pruebas para comprobar si los sistemas de alimentación autónoma respondían ante un eventual apagón, algo falló, un caso muy parecido a Fukushima en 2011, con la diferencia de que en Fukushima la culpa fue del Tsunami y en este caso fue el ser humano el que la cagó a lo grande, y es que… de la teoría a la práctica hay un trecho amigos.
Total, que se comenzó a acumular hidrógeno en el reactor y pimbaaaa! Se detectó radiocatividad en más de 13 paises europeos y en la propia URSS, que se llevó la mayor parte del pastel. Para que te hagas una idea, el desatre medioambiental fue 500 veces mayor que el que provocó la explosión Yankee sobre Hiroshima en 1945.
Total, que tuvieron clausurar la central nuclear y desalojar el pueblo que habían construido para albergarla, Pripyat.
Pero hoy no vengo a hablar del desastre si no de un dron que se ha colado en Pripiat para mostrar al mundo como la vida, incluso con altos niveles de readioactividad, siempre se abre camino. Llama la atención como los árboles crecen sobre las azoteas y como después de 28 años se respira un inquietante y desolado paisaje.
¡Dentro vídeo!
Y ya sabes, si quieres hacerte con un dron:
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